En la pequeña bahía,
(ya nunca olvidada)
besandome me mecía,
hasta la madrugada.
Nos jurábamos querer,
y entre la arena húmeda
nos entremezclábamos,
casi... hasta perecer.
Hoy vivieron las olas
queriendo oír mi llorar,
recordando amores,
que no supe olvidar.
Esa bahía primosa
en mis sueños estará,
y en noche pesarosa
al fondo me arrastrara.
Todo sera un soñar,
sin yo querer despertar.
Quiero vivir soñando
y morir despertando.
María Sena.
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